sábado, 26 de julio de 2008

Un silencio


Tenerte
solo es un hecho cuando en mi puño cerrado
sostengo un gran mechón de tu pelo,
cuando siento que buscas bajo mi obligo
algo más que simples suspiros,
materializar un estado incierto
concentrarlo y diluirlo con mis jadeos.

Poseerte
el tiempo que tarda en nacer y morir un orgasmo
ni más ni menos
entre nosotros no existe un antes o un después
y aunque a veces me importa
soy de memoria corta y de índice largo,
tal vez por eso
mis monólogos acaban gustándome más
que muchos de nuestros diálogos.

No hay ofensas ni reproches,
somos capaces de abrir la boca
y dejar que salga el aire sin el más mínimo sonido,
por eso los silencios no se hipotecan
ni se profanan con semen,
nadie supo marcar un precio a un silencio piadoso,
solo guardo silencio cuando no hay nada mejor que decir,
como ahora,
cuando te escribo a dos mil kilopalábras por minuto
manteniendo la boca cerrada,
por eso nunca lees lo que te escribo,
sería como recibir una carta con Ántrax
e inhalarlo todo de un golpe.

miércoles, 23 de julio de 2008

Con la boca marchita ( volver)

Verte volver es
como echarse un caramelo de fresa en la boca
cuando se tiene un chicle añejo que ya solo sabe a goma,
es recuperar la esperanza
después de haber masticado un sueño
tantas veces
que las mandíbulas no encajan.

No me importa perder toda poética
ni olvidar cómo se finge una sonrisa,
perder…¿qué voy a perder?
si no tengo nada más que un puñado de arena
que intento tragarme para no quedarme vacía.

Vuelves con la sonrisa reparada en otras bocas
mientras la mía se ha ido desquebrajando a la espera de tu saliva,
ya no sé a qué sabe,
si a presente o a vetusta
porque la atemporalidad solo vive en los relojes de mi muñeca
para ti nunca llegué a tiempo
o quizá me marché demasiado pronto.

Escupo el chicle
y tu boca, tu lengua
y esa inicial puntiaguda que se estaca en las encías,
soy la mala
perder…¿qué voy a perder?

Y todavía me preguntan por qué me cuesta sonreír…

jueves, 17 de julio de 2008

Matatiempos


Ella no sabe nada
solo presiente que sus intuiciones
dejaron de ser certeras hace mucho tiempo,
el suficiente
como para que todo lo que vale la pena se haya marchado
como para que quién valía (al menos tres cuartas partes de vida)
se haya cansado de esperar que le saliesen patitas
a una voz hecha de palabras
a un nombre de papel,
nadie se conforma con recoger
las piedrecitas que se van cayendo de los zapatos ajenos
así no se puede hacer un camino.

El esperaba que a la sirena le creciesen pulmones
bajo aquellos enormes pechos,
cambiase la cola por un par de piernas firmes
y corriese a buscarle,
pero ella pensaba que las esperas eran solo aguardar el momento
sin saber que cada instante que pasa
va matando un paso
y así se mueren las historias
sin que nunca hayan llegado a ser contadas,
se recortan los kilómetros
hasta llegar al año cero donde ya no hay cuenta atrás.

Yo solo puedo observar desde el espejo
con miedo a quebrarlo
a que se me terminen clavando astillas en los ojos,
todavía quiero saber
cómo termina esa historia que lleva mi nombre.

lunes, 14 de julio de 2008

Y ser muerte

Me deshago en un lienzo
y no dejo rastros de pintura
tan solo un leve quejido como aletear de murciélagos,
quisiera ser canción,
una de esas que desgarran la garganta
que si se canta en Balines suena igual que en castellano
todo el mundo llora al escucharla y nadie sabe por qué.

De camino a la horca pienso en cómo hubiese visto todo
balanceándome sobre un collar de perlas azules
y me doy cuenta de que quizá todavía esté a tiempo
que sea el momento de un cambio,
hora de rechazar las proposiciones indecentes
y añadir dos palmos más a mis faldas
o abrocharme el primer botón de la camisa
usar bragas en vez de tanga
para ganarme un huequito en el cielo de las niñas buenas,
al final todos tenemos un precio
y mimenuda fisonomía se viste con un par de billetes a la gloria,
tal vez en el último momento mi verdugo sea un juez corrupto
y me absuelva sin cargos.
La muerte es una locura que va acechando
y cuanto más cerca la hueles mas vulnerable te sientes,
a veces he conseguido verle la cara
y tiene cara de vieja puta,
de esas sabias que terminan montando su propio burdel
y se hacen llamar Madame.

También puedo ser muerte
y aferrarme a tu espalda cada vez que sienta miedo
para crecerme con tu pánico,
que todo parezca que está bajo mis pies llamándome L.Madame
y termine extendiendo la mano para cobrar
sin necesidad de abrir las piernas a este mundo que solo sabe joder

martes, 8 de julio de 2008

"Mamada..."


A veces me preguntan, ¿por qué escribes cosas tan feas? Y yo me miro las palmas de las manos cómo buscando una respuesta coherente, a ver si ellas me la pueden dar. El caso es que nunca me he parado a pensar si lo que escribo esta bien o mal, de haberlo hecho seguramente habría dejado las letras hace muchísimo tiempo, pero me resulta tan absurda esa pregunta, es como preguntar a alguien por qué se le tuerce la boca hacia la derecha al sonreír, o preguntarle a un zurdo por qué lo hace todo con la izquierda, como mirarse al espejo y pretender tener los ojos más separados o la nariz más abajo y mirar a un perro con recelo mientras se lame la entrepierna deseando haber nacido perro para hacerse felaciones a uno mismo…mejor volvamos al tema.

Alguien me dijo en una ocasión que la escritura es un ejercicio, no se si se refería a algo similar a tocar el piano, do, re, mi, fa, sol, la, si, y vuelta al Do, no estoy de acuerdo, el ejercicio de la escritura era ejercicio cuando en el colegio nos daban las cartillas Rubio y nos pasábamos la mañana bordeando por la línea de puntos la m, la a, la m, la a, la d, la a, y después leíamos “Mamada…….” “pan a Pepe”, pero la maestra parecía incomodarse con las primeras silabas leídas y nos hacia cerrar las cartillas de letras y coger la de sumas, los números nunca fueron lo mío, siquiera el sesenta y nueve me excita…pero mejor volvamos al tema.

Hace un par de días un amigo me invitó a acompañarle a un museo a ver unas pinturas, eran abstractos, realmente bellos en cuanto a colorido y demás, el tema de la exposición era “Guerra en los callejones oscuros y en las esquinas soleadas de Paris”, me daba la sensación de que el artista era un escritor frustrado, el titulo de su obra era casi más largo que algunas de mis prosas ( lo se, quizás exagere, pero siempre pequé de ello).Él se plantó delante de uno que parecía un vómito de niño después de haberse comido un saco de lacasitos y suspiró como lo hace un enamorado, o como lo hace mi abuela después de haber subido los veinte escalones que llegan hasta la puerta de su casa, no se si era fatiga lo que tenía el pobre chico o exaltación, desde luego yo estaba extenuada, mi cabeza no hacia más que girar de izquierda a derecha buscando por algún sitio el callejón oscuro o la esquina soleada, de lo que no había duda es de que había una guerra, pero no en ese lienzo sino en la cabeza del autor de la obra, por dios, ¡que caos!.

“Sublime” dijo mi amigo después de cinco minutos de silencio, “dame una bolsa de lacasitos, una botella de vodka, súbeme a la noria y te juro que te hago un cuadro cien veces mejor que este”, contesté, me dijo que era una grosera, que no entendía de arte y nos fuimos de allí, tampoco era para ponerse así, a el tampoco le gustan mis poemas y yo no lo juzgo.

“Mamada…” ¿cómo seguía? Ah, si, “pan a Pepe”. ¿Incomodado? Entonces mejor cierro la cartilla y me dedico al sesenta y nueve.

lunes, 7 de julio de 2008

Noches de levanah

Apareces de la nada
con las manos llenas de pequeños soles
y dices que me vas a regalar un amanecer
por cada beso que me debes,
yo me río y vuelco algo de la copa sobre mis rodillas al aire
(donde la falda no cubre)

-Los amaneceres son solo
para los que perdieron la fe en la noche.

Y de un manotazo los desparramo todos por el suelo.

Me miras extrañado y te ahorras el “loca”,
entonces te doy un beso en la frente
y te tatúo una luna llena

-Seguiremos bebiendo y soñando
mientras nos quede noche.


Piensas que una noche dura lo que tarda en salir el sol
pero ahora tenemos una luna
que permanecerá ahí mientras no te laves mi beso.
Vuelvo a mirarte
y veo que tu frente está limpia
mi luna se ha caído junto a tus amaneceres.
La recojo
y le quito los restos de ceniza del suelo,
me la vuelvo a meter en la boca

-La noche no está hecha para los que no creen en los sueños
y yo tampoco.


Me marcho sin decir nada
con una luna nueva preparada entre los dientes.

miércoles, 2 de julio de 2008

Trans - Versal ( a mis putas alegres)



Desnuda,
la poesía nace desnuda y muerta
a falta de una bocanada de oxigeno que la haga latir
o morir de nuevo con cada latido.

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Hoy la vi pegada al cartel de neón de un night club
y parecía feliz,
parecía…
las putas siempre sonríen cuando cobran
y más si les dejan propina,
lo curioso es que también sonríen cuando me dan propina a mí
yo las miro y me pregunto
¿dónde compraran esas muecas tan reales?
porque los pechos, se aprecia a simple vista que son de goma
pero sus sonrisas…
ohhh, tendríais que verlas,
no solo les sonríe la boca,
también los ojos
y les brillan.

Pero ellas no escriben poemas,
solo hacen poesía sobre un catre con olor a vicio y lubricante
y cuentan las mejores mentiras que se puedan escuchar.

Tal vez mañana encuentre esa misma poesía
junto a un contenedor de basura
buscando restos de atún en una lata oxidada
con un abrigo talla cincuenta y dos
que le arrastra casi un palmo del suelo
y posiblemente allí también encuentre una sonrisa,
una de esas que se puede masticar cien veces
sin que se deshaga en la boca.

Pero hoy mis putas alegres se merecen un poema,
ellas y sus canciones que hablan de Brasil
sus clases de samba cuando nadie nos observa,
ellas y sus madres que creen que son secretarias
o cajeras de Carrefour
ellas y sus hijos que les mandan fotos
soplando velas en tartas de cumpleaños
que compraron con el dinero que vale un poema sin versos
un recitar de rodillas sin metáforas sobre un cuerpo desnudo,
a ellas,
por ellas
van estos versos.

Donde lloran los idiotas


Justo allí,
donde lloran los idiotas,
hay un espejo empañado de cobardía
con algún que otro intento de ser limpiado
para verse la cara después de cada llanto,
para mirarse a los ojos y prometerse
que nunca más va a volver a pasar.

Allí es donde se ocultan las verdades
y se oscurecen con caricias
o se tiñen de sangre a golpe de puño,
allí es donde el grito se vuelve silencio,
el respeto se llama insulto
“te quiero, puta, pero no sabes verlo”,
y no lo ve, pero lo siente
y ella sabe que el amor no duele,
su madre una vez le contó
que el amor huele a azahares recién cortados
que sabe a bizcocho de mantequilla
y su tacto es como el terciopelo de los cojines del sofá,
pero esa mano que la toca es de esparto
el amor le huele a alcohol y vicio
ya ni siquiera el sofá es una buena trinchera cuando el fusil está cargado.

Justo allí,
donde lloran los idiotas
hay un remanso de paz
ahora que ya no hay nada por lo que luchar,
solo hay flores y peticiones de perdón
que serán contestadas por el silencio.