jueves, 25 de septiembre de 2008

Hoy brilla


Siempre hay alguien al otro lado
incluso cuando pareces estar sola
cuando crees que se ha producido la hecatombe
y la raza humana o al menos su humanidad
ha desaparecido para siempre,
cuando piensas que el progreso ha llegado a su punto álgido
y comienza el receso de lo que conocemos por sociedad,
entonces te das cuenta de que no estás sola,
de que siempre hay alguien al otro lado,
alguien que permaneció ajeno a tus ojos
aparece, sin magias, sin chisteras
y te da un abrazo en el que te quedarías dormida
en el que plantarías una tienda de campaña
y estás tan convencida de que no habrá riada que te arrastre
que le dejas anidar en tu pelo
solo a cambio de que meza las nubes
y anestesie tus pesadillas,
ya siquiera quieres que las asesine
te basta con dormir tranquila una noche al mes
sin necesidad de echar pulsos con las pastillas mágicas.

Dos pares de pies
y otros dos pares de brazos
son suficientes para volver a creer que siempre
siempre… hay alguien al otro lado
incluso cuando pareces estar sola.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Hipotesis ( tesis de una hipoteca)


¿Qué precio tiene echarte de menos?
La melancolía tarde o temprano cuesta cara
las facturas se amontonan
y no hay forma de hacerlas arder.

No me importan las deudas
una hipoteca nueva solo son
cinco o seis poemas más
a lo sumo doce,
pero el poeta paga con sangre y tinta
y son cosas que se cambian o regeneran,
(tengo deudas hasta con la pluma).

En este echarte de menos se suma la lluvia
que por fin ha decidido mojarme la frente,
repartir humedades en mi cuerpo algo más arriba del ombligo
es uno de sus planes (el cual agradezco).

Todavía no sé el precio de este poema,
quizá un par de noches insomnes.
una visita al minibar de mi salón,
una llamada a … dos llamadas… tres…
y sentir de nuevo el vacío en mi espalda,
el único vacío que me llena.

A bombillas cerradas


Menos mal que no puedes verme,
ahora que las estrellas se han fundido
como bombillas viejas,
que la nada llena este todo
y mi todo sin ti se transforma en nada,
ahora que te siento a mi lado
pero el frío recorre mi nuca como si ya terminase septiembre
sin tartas de cumpleaños ni tarjetas de felicitación,
sin besos.

Menos mal que no puedes verme,
caen fugaces cometas salados por mi cara
al leer, al pensar, al sentir
al echarte de menos.

Serás aunque las farolas se muden de calle
aunque los gatos se hagan aristócratas
y dejen de hurgar en los contenedores,
seremos dos,
aunque se derrita el suelo y no podamos correr,
seremos, seré siempre que sigas conmigo,
siempre que rescates mis sonrisas del ahogo.

Te quiero,
izquierda a derecha,
del cinco al siete mil doscientos veinte
de marzo a jueves,
te quiero con razones o sin ellas,
con camisa de fuerza y sin medias,
te quiero aunque el olvido llame a tu puerta
y yo tenga tabicadas las ventanas.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Para todo lo demás


Escucho hablar a mis espaldas
de la madurez de mis letras,
del cambio, progreso, avance.

Mientras, sumida en mi “metrocincuentayocho “
me cuestiono para qué sirve todo esto.

Avanzar con zancadas de gacela
cuando siempre estamos en un mismo sitio,
misma gente con distinta cara
y una vida por hipotecar.

¡Qué poquito valemos!

Tiendas, ropa…montañas de ropa,
carteras abiertas, ( en piernas cerradas no entran moscas),
monederos, bolsas llenas, bolsos vacíos,
sonrisas y una suite en el Corte Inglés.

¡Qué barata es la felicidad y que cara sale!

Mientras, sumida en mi metrocincuentayocho
me cuestiono para qué sirve todo esto,
yo…que daría media vida porque el mundo viviese desnudo.

Para todo lo demás Master Card

Cambio de tinta


Se seca la pluma,
la dejé dormir meses al margen de mi mano
y ahora pasa factura.
Escupe borbotones de tinta
intentando llenar la ausencia de las palabras
que acaece en mi cuaderno,
hoy estas manchas me duelen más que ayer
quizá porque el otoño está cerca;
se secan las hojas de mis libros
y caen.

Todo lo demás perdura,
intacto,
como si pactar con el Diablo fuese un recurso en oferta,
como si las facturas no se cargasen en la cuenta del alma.

Amenaza mañana con veintisiete años de más
y no sé dónde esconderme para no ver tantas velas;
que nadie me encuentre,
nadie excepto tú.
Tú que crees que el tiempo solo nos hace más niños.

Otro quince de septiembre…
y sigo cambiando de tinta, sin saber quién soy.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Gracias a ...


A veces hay que levantar la cabeza y dejar de mirarse el ombligo para ver qué es lo que nos rodea. Hace un momento, entre ruidos y demás desvaríos lo he hecho y me he vuelto a dar cuenta de la de cosas que tengo que agradecer, soy una persona muy afortunada.
Hoy quiero dar las gracias, quizá no a todo el mundo que debería, pero sí a una pequeña parte que me cala hondo.

Quiero darle las gracias al pececito de agua de mar que vive en la pecera de cristal, por haber dejado sus huellas en el cemento fresco de mi camino, a pesar de mis negativas y de los obstáculos. Gracias también por haberte subido en la montaña rusa conmigo y no haber vomitado, soy consciente de que a veces puedo resultar nociva. Por no desaparecer y quedarte a mi lado cuando las cosas duelen. Por despertar mi creatividad y dormir mis prisas. Por hacer el tonto hasta que me río o hasta que me olvido cómo se llora. Por quererme, por dejarte querer. Por ser, simplemente, gracias mi niño
.

Quiero dar las gracias al chico tripolar, por las alucinaciones ácidas, por las conversaciones en espiral, por sus tres mitades. Quiero darte las gracias por sentir las auras y creer en mí. Por hacer que me quemen las palmas de las manos. Por apagar incendios y salvar el bosque. Por estar en mi cristal violeta siempre y por apreciar lo que te digo, aun cuando soy rasa de cojones.Porque cada una de tus mitades es única. Gracias por sentir que la poesía es mucho más que un puñado de letras o meras historias que nacen sin más. Por estar, simplemente.

Quiero darle las gracias al chico de las manos de oro, por ser capaz de quitarme el dolor de espalda sin tocarme, solo a golpe de carcajada. Gracias por llenar los vacíos y por vaciar los excesos, aunque no lo sepas. Por estar cerca cuando estabas lejos, por reírte de mis tonterías, por ese XULA que me encanta, por regañarme cuando digo coño. Por conservar intacto ese niño que hay en ti. Gracias por los jopeta y por las sonrisas, nunca dejes de hacerlo (nos saldrán los dientes de leche de nuevo). Por la música y por creer que la locura es solo lo que nos hace especiales porque nos diferencia del resto de la gente. Por ser diferente, simplemente.

Quiero darle las graciash al rey de nariz roja que vive en una habitación llena de todo y vacía de otras tantas cosas. Gracias John por hacerme sentir como en casa, o mejor. Por soportal mi “pedo” y el que no supiese sostenerme a penas en pie. Por hacerme sentir importante y grande a pesar de ser canija. Por permitirme convertirte en pirata por una noche a la caza de Ivan Ferreiro. Gracias por cantar conmigo todas aquellas canciones y por escucharme contar. Por presentarme a Ray Loriga y hacer que me enamorase un poco de él. Gracias por seguir soñando, sé que lo haces a pesar de no querer. Por todo, simplemente.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Tiempos de madurez


A veces escuecen los labios
por culpa de la saliva que se retiene
de las palabras causticas que se encarcelan entre los dientes,
entonces ocurre que ni la poesía
ni siquiera gritar a pleno pulmón
sana las heridas,
las verdades saben nada más que a verdad
y la mentira solo es una ilusión óptica,
una cometa enredada en un cable de alta tensión,

perdido el sueño solo queda alzar los brazos
y esperar que el viento del este sople
y seque la ropa interior humedecida por las caricias del tiempo,
se lleve lo que queda sostenido en el pelo
que no nos atrevemos a cepillar por miedo a pesar menos
por temor a dejar de ser un recuerdo en la mente ajena,
sin darnos cuenta de que los días han ido pasando
y solo somos un ente posteado en una esquina mugrienta.

Entonces es cuando se mastica la melancolía
y se traga a sorbitos pequeños para no llorar,
para ser un año más madura
y doscientos poemas más niña sin que nadie se entere
( siquiera una misma),
sacas el pañuelo y te suenas los tacones.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Pequeñas verdades


Frases extraídas de "El juego del angel" de Carlos Ruiz Zafón


- Mi padre solía decir que la vida no da segundas oportunidades

- Solo se las da a aquellos a los que nunca les dio una primera. En realidad son oportunidades de segunda mano que alguien no ha sabido aprovechar, pero son mejores que nada.

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La única manera de conocer realmente a un escritor es a través del rastro de tinta que va dejando, que la persona que uno cree ver no es más que un personaje hueco y que la verdad se esconde siempre en la ficción.

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La envidia es la religión de los mediocres.

martes, 2 de septiembre de 2008

Vida < Sueños


Dicen que soñar es gratis, y de hecho no dejo de hacerlo, pero creo que poco a poco se va cobrando intereses y no los sueños en sí, sino el hecho de que nunca se lleguen a alcanzar.

Hace apenas unos minutos que he enviado una carta de presentación. Ahí vamos, persiguiendo sueños, pero parece que ellos tienen las patitas más largas que yo.
Hace unos meses, quizá un año, me registré en una de esas páginas web en las que la gente busca trabajo, de ofertas y demandas vamos, periodistas.com. Es posible que ese día hubiese inalado más laca que de costumbre o sus resinas tóxicas se me adhiriesen a las neuronas, las cuales desvariaron y me hicieron actuar de ese modo, haciéndome creer que podía encontrar un hueco en una redacción, como columnista.

Desde entonces me han ido enviando ofertas de trabajo, dándome la opción de darme a conocer mediante una carta de presentación, cosa que nunca hice (ya se fueron los efectos secundarios de las lacas y volvía a tener los pies en el suelo), pero hoy he recibido una oferta de una editorial que quiere crear una revista de moda en Alicante. Al principio he desechado la idea totalmente, he estado a punto de eliminar el e-mail, pero justo cuando tenía el puntero en la X roja me he parado a pensar en los sueños, en lo fácil que es culpar a la suerte de lo que nos pasa o lo que jamás nos llega a ocurrir. Entonces me di cuenta de que vale la pena intentarlo, al menos, si le tengo que echar la culpa a “alguien” llámese suerte, destino, o como sea que fuere, voy a hacerlo con todas las razones, podré decir con la cabeza bien alta que “al menos lo intenté”. Sé que es tan difícil el conseguir un trabajo así… que no recibiré respuesta, que se reirán de mis ínfulas… jajaja, ¿¡¡dónde voy!!? A intentarlo, ¡con un par! Que voy a perder lo mismo que si no lo hubiese intentado.

Después está el apoyo incondicional de “mi gente”, “ya ves qué necesidad tienes de liarte de ese modo”, ”y ahora qué, menos tiempo, ahora ya…entre la peluquería, escribir, la poesía…y ¿ahora esto?” qué grande es esto de la comprensión, del apoyo…

El caso es que nadie pregunta si te acuerdas de respirar a lo largo del día, si “vives” o simplemente “sobrevives”.

Renunciar… nunca.