Hay algo que quiero contaros que me hace feliz y me
atemoriza a partes iguales. Me publican un libro. Y lo digo con la voz bajita para que mis fantasmas no se
despierten.
Para los que me lleváis siguiendo años os diré que no es un
libro de poesía, ya sabéis que yo soy “cuentista de nacimiento y poeta por
necesidad”, lo de la poesía siempre fue más un desahogo y lo que realmente me
llena es la narrativa.
Así pues, me publican el libro que en un principio llamé “El
precio de una vida” y que después de darle unas cuantas vueltas decidí
rebautizar como “La sonrisa dormida”. Algunos posiblemente conozcáis algún
fragmento de ella. Es una novela para todos los públicos, aunque considero que
es más juvenil, pues baraja cuestiones que suelen inquietarnos a todos pero más
a los jóvenes.
Los valientes en publicármela son Ediciones Atlantis,
odiados por muchos, amados por muchos otros. Yo solo puedo hablar bien de ellos
y darles las gracias por confiar en mí y en mis letras. En los tiempos que
corren es muy difícil que una editorial se decida a publicar a un escritor novel
sin que el escritor tenga que hacer ningún desembolso económico y Ediciones
Atlantis ha confiado en La sonrisa dormida. Así que vuelvo a decir que estoy
enormemente agradecida.
Aprovecho la ocasión para daros las gracias a todos los que estáis
ahí al otro lado leyéndome y me habéis valorado como escritora o mejor dicho,
como comunicadora de sentimientos. Gracias.