viernes, 14 de noviembre de 2008
Inestabilidad temporal
Otra vez con la despedida entre los dedos,
no sé cuan fuerte he de sacudir la mano
para que se caigan los suspiros
o para que el miedo se asuste de mi
dejando de hacerme temblar,
y es que mucho tiempo es demasiado tiempo.
Nuestros años verdes se fueron midiendo en sonrisas,
las ilusiones corrían por las venas
oxigenando nuestras bocas,
ahora todo es de un violeta que asfixia,
todo es cristal
y no sé por dónde pisar para que no nos duela.
Los silencios se amontonan tras los secretos,
(que ninguno sepa dónde está la grieta),
los dos estamos quebrados esta vez
aunque te empeñes en poner tiras de celo en mi pecho
cada vez que me rompo,
y yo recoja tus cachitos
y continúe haciendo un puzzle de lo que fuiste
esperando recomponer de nuevo a aquel chico
del que solo recuerdo que escondía la luna en su boca
y me la mostraba al sonreír.
Cambiar es un lujo que nos ha salido caro,
tanto como una vida, o dos.
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6 comentarios:
despedidas
tiempo
recuerdos
silencios
secretos
más recuerdos
cambios
si es que eres la ostia Loida....cada vez que te leo hago mío el poema...si, ya sé, me repito...pero los vivo, los saboreo, los huelo...están aquí, cerquita, tus letras...
Gracias,
Antonio
Estuve aquí...y fumé, espero que no te importe.
-Billy-
Parace que es el pan del poeta, las despedidas, el olvido,los recuerdos, el tiempo, los silencios, todo eso y un poquito más que nos guardamos para comernoslo los domingos por la tarde mientras vemos una peli en el sofá.
Se te quiere, mucho!
Me gusta la ceniza Billy, asi que pasa y fuma siempre que quieras.
Besos grandes
Pisar y que no nos duela...
He entrado en tu blog por casualidad, y me ha encantado. Un precioso poema.
Un abrazo
Clarisa
Besotes Clarisa, quedas invitada a venir siempre que quieras.
Loida
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