viernes, 27 de junio de 2008

De tiempos y vientos


El aire de las eses que se te escapa entre los dientes
me despeina el flequillo,
intentas provocar las sonrisas para ver si despiertan
pero andan dormidas en un sueño profundo
que precisa algo más que buenas intenciones para romperse.

Veo desperdiciarse las espinas de las rosas
anegadas en un cilindro de cristal
que algunos llaman jarrón.

Las cosas que hoy decoran
no son más que objetos que mañana
terminarán estorbando.
Mis labios decoran los tuyos al menos dos veces por semana
y temo el mañana que se precipita con cada segundo,
temo el después cuando en el ahora se respira calma,
conozco demasiado el mar
y sé que se cuecen traiciones bajo su superficie pausada,
entiendo de resacas y de mareos,
de botellas vacías
sin mensajes ni amor lejano a quien enviarlas,
entiendo de desamor y de esperas que nunca terminan,
de ti y de mí sin un nosotros que enmarcar.

Y mientras,
me sigues mirando esperando la sonrisa,
soplándome en la comisura de la boca
para que esta mueca de dolor se marche
aunque sepas que tiene raíces ,
que a veces florece con pétalos carnívoros
y te muerde las orejas
y la mano con la que acaricias,
porque entiendes que no soy mas que una niña fatalista
que vacía sus manos de presente
esperando verlas llenas de un futuro que nadie prevé.

6 comentarios:

Maestro Ocultista dijo...

Un poema aparentemente sencillo, que huele a traición y a desamor...el amor es como un milagro, una flor que tiende a enfermar. Bonito poema.

Anónimo dijo...

Ni el más pintado es capaz de prever el futuro, Dama Loida.

Por muy chulo que se ponga el visionario.

Es todo uno, el amor y el desamor. Y qué le vamos a hacer.

Cristal Violeta dijo...

El amor es un misterio que cambia de color.
Me gusta tu definición del amor, Jose.
Saludos!

Cristal Violeta dijo...

Cuando se reparten la cartas en este juego ya se sabe que tarde o temprano se acaba perdiendo Sr. Micro.... pero es un vicio casi ludopático.
Besotes

Anónimo dijo...

No hay más remedio que jugar, por otro lado...

Cristal Violeta dijo...

Y... se supone que quien más apuesta más pierde no?

Que vicio...