lunes, 18 de agosto de 2008

Síndrome


¿Sabes qué pasa?
Que te odio,
te odio y nunca encuentro a tiempo el por qué de las cosas,
ni las zapatillas cuando me levanto a media noche,
ni las llaves si suena el teléfono cuando alguien viene por mí.
Y no consigo llenar las bolsas de toda tu basura
las lleno y las vacío,
hago y deshago para siempre volver a empezar;
tengo el síndrome de Diógenes
tal vez por eso me regocijo entre toda esta mierda que nos rodea,
quizá por eso me niego a lavar las paredes de mi memoria
a desinfectarme la boca por temor a extraviar tus besos.
Es posible, por remota que parezca la posibilidad
que a pesar de que siempre termine vomitando
vuelva comer de tus palabras una y otra vez
y es curioso que esto ocurra cuando tú apenas me conoces
aun teniendo la certeza de saberme desnuda ante tus ojos,
es extraño que sintamos la necesidad de sabernos vivos
cuando, lo único que conseguimos
es terminar despedazándonos dando mordiscos al aire
y encima podamos sonreír felices
mientras remendamos las heridas de guerras pasadas;
son tantas las cicatrices
que tendré que embargar otro cuerpo para poder continuar esta historia
y aún así no se vislumbrará el final de nuestros tiempos,
ni habrán aciertos en nuestras vidas,
da lo mismo, el caso es morir,
no importa cómo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Claro que importa cómo. Es lo que más importa, lo ÚNICO que importa.

Me he levantado con el bushido puesto, hoy.

Cristal Violeta dijo...

Qué es un bushido?

No se...si le preguntamos a algún muerto cómo llegó a ese estado dudo que se queje de algo.

Besos Sr micro, siempre es un gustazo verte por aqui.