sábado, 26 de julio de 2008

Un silencio


Tenerte
solo es un hecho cuando en mi puño cerrado
sostengo un gran mechón de tu pelo,
cuando siento que buscas bajo mi obligo
algo más que simples suspiros,
materializar un estado incierto
concentrarlo y diluirlo con mis jadeos.

Poseerte
el tiempo que tarda en nacer y morir un orgasmo
ni más ni menos
entre nosotros no existe un antes o un después
y aunque a veces me importa
soy de memoria corta y de índice largo,
tal vez por eso
mis monólogos acaban gustándome más
que muchos de nuestros diálogos.

No hay ofensas ni reproches,
somos capaces de abrir la boca
y dejar que salga el aire sin el más mínimo sonido,
por eso los silencios no se hipotecan
ni se profanan con semen,
nadie supo marcar un precio a un silencio piadoso,
solo guardo silencio cuando no hay nada mejor que decir,
como ahora,
cuando te escribo a dos mil kilopalábras por minuto
manteniendo la boca cerrada,
por eso nunca lees lo que te escribo,
sería como recibir una carta con Ántrax
e inhalarlo todo de un golpe.

3 comentarios:

mofin dijo...

.

Anónimo dijo...

Escueto, Mofin.

Hace mal en no leerla, por otra parte.

Cristal Violeta dijo...

Escribo para mí principalmente y para el que me entienda o al menos quiera liarse en mi maraña de pensamientos destilados unas veces y brutos otras tantas.

Saludos desde este mundo ambiguo.