jueves, 3 de abril de 2008

Poema perdido

Acabo de perder un poema que hablaba de ti
no creo en las señales
y se ha anulado la fe en la casualidad que me rodea,
quizá el espejo aquel que rompí el sábado pasado
tenga algo que ver en todo esto,
pero ahora no es momento
de hacer una hoguera con él
y espantar así los malos presagios.

En él decía que era demasiado tarde para pretender olvidar,
y pronto para asimilar la palabra nunca
( creo que es la única palabra
que explica por si sola
lo que abarca una eternidad)
todo lo que eres me ha calado
y minado como una metástasis
hasta llegar al amor,
que no importa que las palabras pesen lo mismo que un beso
pues los que me has dado siempre fueron escritos
y los sentía caer sobre mí
como si fuesen de carne y labios.

Había un par de versos que hablaba de mis pupilas
y de los versos tristes que se van almacenando ahí
cerquita de tu recuerdo para hacerle compañía,
también de una gran bola de fuego
que amenaza con incrustárseme en la espalda
y quemarme poco a poco mientras ando por las calles,
mi propio infierno urbano.

Hablaba de las pesadillas materializadas
del miedo a perderte
tan palpable ahora que no estás,
de las culpas que van y vienen,
pero una de ellas ha decidido
echar raíces en mi pulmón izquierdo
y rasca y pincha al corazón
mientras él se estremece.

Habían muchos más versos,
pero hablaban de amor
y ya no creo que los quieras…

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